Para la mayoría de las personas, la evacuación es una función semiautomática, y no tienen ningún problema en evacuar. Para otras personas, el proceso de la evacuación es muy difícil. Los síntomas que ocasionan la función inadecuada del piso pélvico varían desde estreñimiento, la sensación de una evacuación incompleta, e incluso incontinencia fecal.

El proceso de la evacuación requiere una acción de diferentes músculos del cuerpo que debe ser coordinada. Los músculos del piso pélvico se encuentran en la base de la pelvis como una hamaca que va del pubis al coxis y hacia los lados, sosteniendo a la mayoría de los órganos pélvicos e incluso algunos del abdomen.

En una situación normal, cuando una persona va a evacuar, los músculos del piso pélvico se relajan, mientras que los músculos del abdomen se contraen, facilitando la expulsión del contenido intestinal a través del ano (evacuación).

Las personas con alteraciones en el piso pélvico durante la evacuación en lugar de relajar los músculos del ano y del piso pélvico, estos se contraerán ocasionando una evacuación difícil.
Tenemos el equipo necesario para realizar el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes que tienen esta enfermedad, y también la posibilidad de descartar otras enfermedades que pueden ocasionar obstrucción de salida, como rectocele o el prolapso rectal.