La fibra que se ingiere en la comida pasa por el aparato digestivo y no se digiere (no es absorbida por el intestino). Existen muchos tipos de fibra, pero se divide en la soluble y la insoluble.

La fibra soluble posterior a su ingesta forma una masa gelatinosa y tiene diversas propiedades, incluyendo la de mejorar el movimiento intestinal y reducir el colesterol. Este tipo de fibra se obtiene por ejemplo de la avena o del psyllium. La fibra insoluble se obtiene del trigo, centeno y otros granos, añade volumen a la materia fecal. Ambas son importantes y de gran beneficio.

FUNCION DEL INTESTINO GRUESO
La principal función del intestino grueso o colon, es reabsorber la mayor parte del agua que llega desde el intestino delgado al colon. Esta agua no solo se obtiene por lo que comemos o tomamos por la boca, sino que también se producen muchas secreciones en otros órganos del sistema digestivo como en el estómago, hígado, páncreas, etc.

Si el paso de la materia fecal por el colon es muy rápido, no le dará tiempo al Colon de absorber el líquido y se presentará diarrea, situación que se presenta en algunas personas que tienen síndrome de colon irritable, aunque también hay otras enfermedades del colon con inflamación de la mucosa que impide una adecuada absorción de agua y también se presentará diarrea como uno de los síntomas principales.

Por el contrario, si el paso de la materia fecal por el Colon es muy lento ocasionará que se absorba más agua de lo ideal, provocando heces duras y por lo tanto la necesidad de hacer un esfuerzo para lograr evacuar, lo cual puede condicionar al desarrollo de diferentes enfermedades tanto en el colon (divertículos, pólipos e incluso cáncer), o en el ano (enfermedad hemorroidal, fisuras, abscesos, etc.).

IMPORTANCIA DE LA FIBRA EN LA DIETA
La fibra es importante en la dieta debido a que ayuda a que la materia fecal aumente de volumen dentro del intestino y por lo tanto facilita las contracciones fisiológicas normales del colon, haciendo que estas sean menos enérgicas e impulsa mejor las heces hacia afuera, logrando así una evacuación adecuada.

La fibra de la dieta actúa como esponja, absorbiendo agua y hace que las heces sean más blandas y voluminosas. Por eso es que es indispensable para que la fibra actúe bien en el Colon se tenga una ingesta de líquidos abundantes durante todo el día (más o menos 6 a 8 vasos de líquido al día, además del líquido que se ingiere durante las comidas).

Si comemos una dieta alta en fibra o suplementos de fibra sin la ingesta adecuada de líquido, se condicionará a evacuar materia fecal dura o seca, teniendo un efecto contraproducente.
La mayoría de las personas tenemos un promedio de ingesta diaria de fibra de 10 a 15 gramos o menor, pero lo recomendable para un funcionamiento adecuado del Colon y del Recto es comer de 30 a 35 gramos de fibra.

Es importante comer fibra en las tres comidas, por lo que sugiero desayunar todos los días con fruta, (evitando papaya y ciruela pasa que actúan como laxantes), comer con verdura a mediodía (hojas verdes, verduras que puedan comerse crudas o tubérculos crudos como zanahoria o jícama) y cenar con cereal. Además, los alimentos ricos en fibra son bajos en calorías, por lo que el aumento de peso no debe ser un problema.

Si tu generalmente no comes fibra en las comidas, y si de un día a otro inicias una dieta alta en fibra, puedes ocasionar que se produzca mucho gas en tu intestino grueso, por lo que será muy importante entonces que empieces a agregar poco a poco una porción pequeña en cada comida, e ir aumentando la cantidad de alimentos ricos en fibra en forma paulatina en el transcurso de 2 semanas, hasta lograr la cantidad sugerida.

No esperes a que sea demasiado tarde

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